Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,46-50):
En aquel tiempo, los discípulos se pusieron a discutir quién era el más importante. Jesús, adivinando lo que pensaban, cogió de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo: «El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí acoge al que me ha enviado. El más pequeño de vosotros es el más importante.» Juan tomó la palabra y dijo: «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y, como no es de los nuestros, se lo hemos querido impedir.» Jesús le respondió: «No se lo impidáis; el que no está contra vosotros está a favor vuestro.»
Palabra del Señor
Hoy celebramos a Santa Teresita del Niño Jesús, patrona de las misiones. Parece contradictorio, porque ella fue monja de clausura, pero nada que ver, ya que no se puede ser misionero sin estar cerca de Dios, sin rezar. La actividad sin estar cerca de Dios, es ser una ONG, y como el Papa dice, la Iglesia no es una ONG, es mucho más.
El Evangelio de hoy nos habla de ser como niños, sin filtros, que no juzgan ni esperan a cambio cuando dan. Son el símbolo de los que no tienen poder, de los que miran con mirada limpia, sin juzgar. Son los que no lo saben todo y tienen ilusión por saber.
El segundo mensaje de Jesús es el de acoger a todos, fundamentalmente en la Iglesia. Dios está para todos, no en exclusiva para sus seguidores.
Y yo, ¿Ya me lo sé todo? ¿Voy a Misa pensando que me digan lo que me digan ya lo sé? El Evangelio siempre es novedad. Siempre nos dice algo nuevo a nuestra vida que nos puede ayudar. Solo hay que meterse dentro, sin prisa, como un personaje de la escena más...
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