top of page

PATRIMONIO

Templo Parroquial: Santa María Magdalena

FÁBRICA DE LA IGLESIA

No hay referencias ni dataciones concretas sobre la edificación primitiva de la iglesia parroquial de Santa María Magdalena. Lo más probable es que su origen se remonte a finales del siglo XII o principios del siglo XIII. La magnífica torre mudéjar, que es el elemento arquitectónico más antiguo de la iglesia nos señala esa época por su estilo.

Las primeras referencias escritas de la iglesia parroquial de Yuncler aparecen en la cláusula de una capellanía ordenada por Juan Sánchez el Viejo y su mujer María Rodríguez en 1559. El primer párroco documentado en el pueblo, cuyo nombre era Pedro de Medina, se data en 1573. La primera visita pastoral realizada al templo religioso está datada en marzo de 1668.

Uno de los mayores desastres vividos por la iglesia de Santa María Magdalena se produjo el 19 de octubre de 1788. Un incendio provocó la quema del interior del templo, la sacristía, el órgano, la techumbre y diversos objetos. Las llamas arrasaron casi todo el interior del edificio, salvo la armadura del coro y la torre mudéjar, que, al estar situada al otro extremo, apenas sufrió desperfectos.

El 4 de julio de 1789 se iniciaron las obras de reconstrucción decidiendo hacer un templo más grande y conservar la torre mudéjar. Fue abierta al culto y bendecida por el cura Juan José Barrios el 11 de febrero de 1793.

El templo parroquial ha sufrido numerosas restauraciones a lo largo de su historia a causa de diversos fallos en la construcción y episodios aciagos de la historia de España como fue la Guerra Civil española que provocó el destrozo de los altares de la iglesia, siete retablos, el nuevo órgano y una veintena de imágenes, entre ellas la Virgen del Carmen.

EXTERIOR DEL TEMPLO

Desde un punto de vista exterior, el cerramiento es de aparejo toledano, sobre un alto zócalo de sillares de granito. La cornisa es de ladrillo y dos grandes contrafuertes que sostienen los muros transversales, enmarcando los dos portalones de acceso que se cubrieron con tejares modernos. Los materiales de construcción fueron: mampostería de piedra y cal con contrafuertes de ladrillo.

La torre, realizada en mampostería con mezcla de piedra y tierra y unas columnas altas de ladrillo que llegaban hasta el campanario, es el elemento más antiguo de la construcción. El campanario se enmarca en dos cuerpos de una altura y de planta rectangular. En el segundo de los cuerpos hay cuatro huecos campanarios, uno por cada cara de arco de medio punto (enmarcados por doble pilastras y doble línea de impostas). Todo ello rematado con un pináculo metálico.

La cúpula tiene diez metros de diámetro y seis metros de altura. Sobre el crucero se apoya en un cimborrio circular, rematándose por un lucernario. La cúpula está decorada con franjas radiales a modo de nervaduras.

Al portal del lado sur, se accede a través de escalones de piedra. A los costados de la nave principal se adosan cuerpos de menos altura donde se ubican las sacristías.

INTERIOR DEL TEMPLO

El interior del templo actual es de estilo neoclásico. Su planta es de cruz latina, y cuenta con una nave principal de tres tramos con dobles pilastras, las cuales tienen un ábside plano en el testero y un coro elevado, sostenido por un arco rebajado a los pies.

En un primer tramo de la nave principal hay dos hornacinas de arco de medio punto donde se sitúan alguno de los retablos.

Tiene un entablamento clásico de cornisa corrida, de la cual salen las bóvedas de cubrimiento, consistentes en bóvedas de cañón con lunetas sobre la nave, separadas por dobles arcos fajones y sobre el crucero. La inmensa bóveda de media naranja que conecta el crucero es lisa con un lucernario.

El presbiterio y los brazos del crucero se rematan con un ábside plano, el del presbiterio como el del coro y los brazos con unos vanos con lunetas similar a la bóveda de cañón de la nave.

En el interior de la iglesia hay seis altares y cuatro grandes columnas en el altar mayor de estilo dórico igual que el friso, las pechinas y las cornisas.

EVOLUCIÓN DEL PRESBITERIO DESDE LOS AÑOS 40 A ESTA PARTE

IMG_20230305_114745.jpg
IMG-20240427-WA0002.jpg
PXL_20250701_174613436.jpg
PXL_20241225_100034210.jpg

Titular del Templo: Santa María Magdalena

482359012_648883307506287_5498440398908592292_n.jpg

SANTORAL

En los Evangelios se habla de María Magdalena, la pecadora (Lc 7, 37-50); María Magdalena, una de las mujeres que seguían al Señor (Jn 20, 10-18) y María de Betania, la hermana de Lázaro (Lc 10, 38-42). La liturgia romana identifica a las tres mujeres con el nombre de María Magdalena, como lo hace la antigua tradición occidental desde la época de San Gregorio Magno.

 El nombre de María Magdalena se deriva de Magdala, una población situada sobre la orilla occidental del mar de Galilea, cerca de Tiberíades, en la que el Señor encontró por primera vez a aquella mujer. San Lucas hace notar que era una pecadora (aunque no afirma que haya sido una prostituta, como se supone comúnmente). Cristo cenaba en casa de un fariseo donde la pecadora se presentó y al momento se arrojó al suelo frente al Señor, se echó a llorar y le enjugó los pies con sus cabellos. Después le ungió el perfume que llevaba en un vaso de alabastro. El fariseo interpretó el silencio de Cristo como una especie de aprobación del pecado y murmuró en su corazón. Jesús le recriminó por sus pensamientos. Le preguntó en forma de parábola cuál de dos deudores debe mayor agradecimiento a su acreedor: aquél a quién se perdona una deuda mayor, o al que se perdona una suma menor. En el capítulo siguiente, San Lucas, habla de los viajes de Cristo por Galilea, dice que le acompañaban los apóstoles y que le servían varias mujeres.

 Entre ellas figuraba María Magdalena, de la que había arrojado "siete demonios". También se recuerda a María Magdalena por otros episodios. En la hora más oscura de la vida de Cristo, María Magdalena contemplaba la cruz a cierta distancia. Acompañada por "la otra María", descubrió que alguien había apartado la pesada piedra del sepulcro del Señor. Fue ella la primera persona que vio, saludó y reconoció a Cristo resucitado. María Magdalena, la contemplativa, fue el primer testigo de la resurrección del Señor, sin la cual vana es nuestra esperanza. El Hijo de Dios quiso manifestar la gloria de su resurrección a aquella mujer manchada por el pecado y santificada por la penitencia.

La tradición oriental afirma que después de Pentecostés, fue a vivir a Efeso con la Virgen María y San Juan y que murió ahí. Pero, según la tradición francesa adoptada por el Martirologio Romano y muy difundida en occidente, María Magdalena fue con Lázaro y Marta a evangelizar la Provenza y pasó los treinta años de su vida en los Alpes Marítimos, en la caverna de la Sainte Baume. Poco antes de su muerte fue trasladada milagrosamente a la capilla de San Maximino, donde recibió los últimos sacramentos y fue enterrada por el santo.

Andrés Laín Guío: mártir de Yuncler

300-andres_lain2.jpg

SEMBLANZA 

Había nacido en Yuncler (Toledo) el 15 de mayo de 1892. Tras realizar los estudios sacerdotales, recibió el subdiaconado el 29 de mayo de 1915. Fue ordenado sacerdote el 8 de abril de 1916, de manos del cardenal Victoriano Guisasola. Al día siguiente, en la capilla del Seminario Mayor, celebraba su primera misa, acompañado de sus condiscípulos. Tras sus primeros nombramientos, fue coadjutor de Los Yébenes (desde el 31 de enero de 1921). Al explicar la noticia de una boda el 18 de octubre de 1924, en Lominchar (Toledo), se dice: “bendecirá la unión el culto regente de Alameda de la Sagra don Andrés Laín Guio, que con motivo del enlace, pronunciará una elocuente plática alusiva al acto”. Luego ejerce de párroco de Alameda de la Sagra (desde mayo de 1926), antes fue regente de dicha parroquia.

“El Castellano” del 14 de junio de 1930 da la noticia de que “siguiendo tradicional costumbre han tenido lugar, durante los días de Pentecostés, las solemnidades en honor de la Virgen del Carmen, por la que tanta devoción sienten los yunclereres… ocuparon sitios en el presbiterio… don Eloy Serrano Díaz-Mayordomo, párroco de Yuncler… don Andrés y don Carlos Laín, párroco de Alameda y teniente cura de Añover, respectivamente…”. Y es que el siervo de Dios tenía un hermano sacerdote: Carlos, que había nacido en 1898 y fue ordenado en 1919. En ese momento era coadjutor de Añover de Tajo. Don Juan Francisco Rivera afirma “que era ciego y que sus hermanos se lo llevaron a Madrid, logrando después evacuarle a Francia”; falleció en 1966.

Al estallar la guerra, las autoridades marxistas tuvieron retenido a don Andrés unos días, vestido de seglar; pero el 26 de julio le ordenaron marchar a Yuncler, su pueblo natal, cerca del de Alameda. Cuando se puso en camino, le salieron al encuentro los mismos que le habían ordenado marchar; le robaron y se dispusieron a fusilarle; él les pidió que le dejaran ponerse la sotana. No se lo permitieron, disparando seguidamente sobre él. Era por la tarde y se encontraban en el lugar llamado “la Cerca”, dentro del término del pueblo de Pantoja (Toledo). Un familiar que vio el cadáver en la mesa del Depósito del cementerio de Pantoja afirma que “tenía la mano derecha perforada por una bala, y un impacto a la altura del corazón, producido supuestamente por el mismo proyectil”.

Recientemente se identificaron sus restos en el Cementerio Municipal de Pantoja.

(Fuente: persecucionreligiosa.es)

Imagen de WhatsApp 2024-02-27 a las 21.18.25_b34ef59d.jpg
dono_a_mi_iglesia_pastilla.avif
bottom of page